Invertir en bitcoins

Más te vale :stuck_out_tongue_closed_eyes: :stuck_out_tongue_closed_eyes: :stuck_out_tongue_closed_eyes:

Esa es una de las claves de mi escepticismo con bitcoin. En el mundo cripto, tal y como indica la propia palabra, hay muchísima oscuridad, desconocimiento e incertidumbre y eso a mí no me gusta para mis inversiones. Yo, con mi dinero bromas las justas.

Y ahí entramos al quid de la cuestión.

Venga. Pues allá vamos. :wink:

  1. Con bitcoin y las criptos en general cuanto más leo, investigo y me informo, más grande me doy cuenta que es lo que aún ignoro al respecto.
    Como consecuencia de ello, cuanto más aprendo sobre criptos más inseguridad siento y más señales de alarma se me despiertan. No creas que soy un negacionista. Me encantaría que fuera de otra forma pero cada vez que le he ido a dar una oportunidad al bitcoin me he encontrado demasiadas razones para no hacerlo.

  2. Y ahí entonces me planteo: ¿Qué haría un auténtico experto que pudiera asesorarse por los mejores de forma oportuna? Y es cuando me refiero a la opinión de expertos a los que admiro y de los que he aprendido mucho sobre inversiones. Gente con más de dos décadas de experiencia y éxito en inversiones que, estando asesorados e informados por los mejores de los mejores y más capacitados, afirman que no les gusta bitcoin: Warren Buffet, Charlie Munger, Mark Cuban, o sin ir más lejos, nuestro Marcos Pérez (Inversobrio).

  3. ¿Y por qué digo que es especulación en vez de inversión? En primer lugar, porque es un activo improductivo. El bitcoin no ofrece ningún ingreso claro: solo reporta beneficios si alguien está dispuesto a pagar más que por lo que pagó otro. Un modelo más parecido al de una burbuja que a otra cosa.

  4. Y aquí me dirás, “El dinero y el oro también lo son”. Y te diré, OK, pero hay una cosa muy interesante que se llama el “efecto Lindy”, la regla básica que ayuda a predecir el futuro de las cosas. Si quiero apostar sobre cuál de ellos seguirá en pie dentro de algunos siglos, el efecto Lindy sugiere que debería elegir al más antiguo. El oro y el dinero llevan con nosotros mucho tiempo. El bitcoin es prácticamente un recién llegado. No digo ya el resto de criptos, que parecen reproducirse como champiñones. Además de ello, el bitcoin ha fracasado en su supuesto rol de sustituto del dinero fiat, principalmente por su volatilidad. No se puede fijar el precio de los bienes con BTC. De esta misma forma, el bitcoin ha fracasado como cobertura contra las políticas de los bancos centrales.

  5. ¿Más madera? La mayoría de bitcoins están en manos de unas pocas ballenas. Léase: estás en sus manos. Compáralo con un fondo índice global. Por mucho que un señor quiera agitar una acción en una compra o venta masiva, el impacto es siempre súper limitado. Con BTC, que ya de por sí es volátil, un movimiento de según qué señores te puede afectar de forma sustancial.

  6. Por último (de momento), está el factor de que “los que mandan” están en contra de las criptodivisas. Desde la FED a los Bancos de Inversión pasando por los Bancos Centrales que se proponen lanzar sus propias CBDC y el mundo institucional en general, parece que no le van a dar tregua a bitcoin (por las razones que sean, acertadas o no). Esto no es un buen indicio para una cartera llena de bitcoins.

Conclusión, cada uno que haga lo que quiera. Que jueguen, que prueben (seguro que algo aprenden, sin duda), que apuesten. Yo no estoy en contra de nada de ello. Pero que no me lo llamen inversión. Jajajaja. :stuck_out_tongue_winking_eye:

Abrazos!

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