Quién me ha visto y quien me ve.
Hace un año no me hubiera imaginado que estaría escribiendo estas líneas… y cuanto me alegro de haber cambiado de opinión.
Hasta hace poco, prácticamente toda mi cartera estaba formada únicamente por fondos indexados. Al fin y al cabo, como bien sabemos, es la forma más eficiente de invertir nuestros ahorros a largo plazo. Sigo pensando igual, pero he decidido añadir un activo que no busca ni la eficiencia ni la rentabilidad, sino la protección.
Resumiendo, escribo esto para decirte porqué deberías tener una parte de tus ahorros en bitcoin.
TL;DR: Nuestro sistema monetario pende de un hilo y bitcoin es un hedge que podría protegerte ante un escenario muy negativo.
¿Te has parado a pensar en qué se sustenta todo nuestro dinero?
Basta con mirar qué activos tienen los bancos centrales (donde, en teoría, se sustenta el sistema monetario) y te darás cuenta de que es la pescadilla que se muerde la cola. Gran parte es deuda de gobiernos que tienen un rating crediticio gracias a que, justamente, hay ese mismo banco central detrás. También tienen otras divisas con esquemas monetarios muy similares, y algo de oro (cada vez menos, como no podía ser de otra forma), entre otros.
Pero bueno, si solo fuera por eso tampoco sería tan dramático. Al fin y al cabo debe haber cierto grado de confianza en un sistema si queremos ponernos todos de acuerdo para usar algún tipo de dinero.
El problema es que solo llevamos 50 años sin patrón oro y ya se nos están acabando los recursos para intervenir en la economía.
Hemos inyectando esteroides al sistema con tipos de interés que prácticamente no pueden bajar más, impresión desmedida de dinero (especialmente en el último año) y una deuda sobre el PIB que desafía toda lógica humana.
Y claro, si me dices que después de todo este “doping” la economía luce como Arnold Schwarzenegger, pues aún…
…pero es que estando hiperdopados hemos terminado más bien así (sin ánimo de ofender):
¿De verdad creemos que el sistema podrá aguantar igual 50 años más?
Yo lo dudo mucho. En mi opinión, tarde o temprano va a haber cambios profundos que no van a ser agradables.
Uso las palabras “cambios profundos” para no ser muy dramático. Y es que tampoco quiero parecer catastrofista, no creo vaya a ser el Apocalipsis ni muchísimo menos. Probablemente será un periodo muy difícil que acabaremos superando como especie, igual que siempre hemos hecho.
No sé vosotros, pero si sé que es muy probable que en cualquier momento me den un sartenazo en la cabeza intentaría ir por el mundo con un casco.
Pues el casco es bitcoin.
Así que ahí va mi humilde consejo:
- Léete “El patrón Bitcoin”.
- Compra bitcoin (idealmente de forma anónima, sin KYC). No hablo de tener 100% en bitcoin, pero sí una parte de la cartera. Tú decides cuánto.
- Guárdalo de forma segura (infórmate bien).
- HODL*.
Dicho esto, en la mayoría de casos el mejor escenario es en el que no tenemos que usar el seguro que contratamos: ya sea contra accidentes, fallecimiento o, como en este caso, contra problemas del sistema monetario.
Ojalá no pase nada, pero yo vivo más tranquilo así 
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(*) HODL es una expresión que hace referencia a la palabra inglesa HOLD, de aguantar. De forma muy simple podríamos entenderlo como la inversión a largo plazo en bitcoin, es decir, aguantar en lugar de vender.