Se que voy a tocar un tema que es una “vaca sagrada” de la educación financiera, pero os voy a plantear mi opinión, que como tal, es solo mía y puedo estar completamente equivocado.
Se que mi situación personal es ventajosa, pero parto de la base de 2 principios que tengo grabados a fuego:
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Tengo diferentes fuentes de ingresos recurrentes muy estables, aunque soy muy consciente que los cisnes negros existen.
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Tengo una vida austera. Siempre la he tenido. Lo que me he podido permitir, me lo he permitido, y lo que no, no. Y aun y todo, creo que no me he privado de nada, pero por mi propia mentalidad, nunca me he dejado caer en las “trampas de ego” de porque yo lo valgo, o para eso trabajo duramente, etc
Tras el confinamiento reduje al minimo los gastos fijos, y a día de hoy prefiero pagar por lo que voy a usar/disfrutar que pagar cuotas recurrentes de servicios que no uso.
Dicho lo cual, yo no tengo fondo de emergencia.
A final de mes, procuro haber invertido/gastado todo mi dinero, y duermo tranquilo como un bebe.
¿Como lo hago?
Tengo un presupuesto mensual bastante afinado, y llevo un calendario de los gastos fijos como seguros, IBIs, etc
No tengo deuda mala, y mi cartera está muy diversificada, con productos mas y menos liquidos, que ante una emergencia podría deshacer, sin incurrir en perdidas.
Tengo grabado a fuego los conceptos de coste de oportunidad, y de ahorro, por lo que prefiero que hasta hasta el último de mis euros esté trabajando para mi, por lo que si llegase el caso, preferiría deshacer la inversión en la que menos perdida tuviese, que el tener un dinero parado sin producir.
Como he dicho es solo mi opinión, y me permite estar tranquilo al 100%